**El stop-motion tóxico de ‘Street of Crocodiles’ de los hermanos Quay**
**Un mundo de polvo, mecanismos y fetiches de alambre.**
Bajo la apariencia de una técnica de animación aparentemente inofensiva como el stop-motion, los hermanos Quay han esculpido un universo en el que el aire parece haberse olvidado de circular. Su cortometraje «Street of Crocodiles» es una obra laberíntica y densa que desafía al espectador con su atmósfera apocalíptica, inundada de polvo y maquinaria oxidada. En sus 21 minutos de duración, este filme se levanta como una pieza de culto dentro del cine de animación experimental, y para quienes estamos familiarizados con estas reverberaciones inquietantes, se siente como una hipnótica conversación entre lo animado y lo inerte.
**Las calles olvidadas de Bruno Schulz**
Empezando con el título, «Street of Crocodiles» ya nos ofrece una ventana hacia un mundo literario oscuro y místico. Basado en la obra homónima del escritor polaco Bruno Schulz, el cortometraje de los Quay toma el relato de un vendedor que se pierde en un extraños distrito comercial lleno de seres de pesadilla. Schulz, cuyos trabajos fueron trágicamente interrumpidos por el horror del Holocausto, se reconstruye aquí con mecanismos simbólicos y la poderosa representación visual de la extrañeza y alienación que habita en sus cuentos.
**Una danza de polvo y desdén mecánico**
La estética de los Quay se caracteriza por su habilidad para dar vida a objetos que, en un contexto más común, serían descartados. En «Street of Crocodiles», engranajes, tornillos y viejas muñecas de porcelana cobran una vida surrealista y pesadillesca. La sincronización cuidadosa permite a estos objetos no sólo moverse, sino expresar una narrativa que gotea desesperación, en un espacio indefinido y descompuesto. El moho y el musgo cubren cada inch de este microcosmos, creando una textura visual casi táctil que nos impide ver el stop-motion únicamente como un método, transformándolo en un lenguaje cinemático propio.
**Ecos de otros horizontes sombríos**
«Street of Crocodiles» comparte un parentesco estilístico con las obras de Jan Švankmajer, otro maestro del stop-motion que explora lo grotesco y lo absurdo dentro de la realidad que nos circunda. A su vez, no es difícil imaginar a David Lynch admirando las vísceras estéticas que los Quay despliegan, con un aire de deformación y angustia similar al de algunas de sus películas como «Eraserhead». Además, el film conecta con corrientes artísticas como el Art Brut, donde las obras nacen de manos outsiders, artistas que redibujan la realidad desde márgenes inhóspitos.
**Conclusión**
Al finalizar este deambular por «Street of Crocodiles», uno podría preguntarse si realmente ha comprendido lo que acaba de experimentar. Los Quay nos permiten perdernos en un universo cerrado sobre sí mismo, donde la comprensión se halla dentro de los pliegues del polvo. En estos tiempos de producción cinematográfica acelerada, encontrarse con la paciencia y la diligencia necesarias para crear tales mundos es un recordatorio de que el cine puede seguir siendo un bastión poderoso para lo invisible y lo enigmático.
**Referencias opcionales**
– IMDb: «Street of Crocodiles» en IMDb (https://www.imdb.com/title/tt0092037/)
– Wikipedia: Hermanos Quay (https://en.wikipedia.org/wiki/Brothers_Quay)
**Propuesta visual**
Una imagen que capture un fotograma del corto, que muestre uno de los autómatas entre sombras, ideal para ilustrar la atmósfera claustrofóbica y onírica tan característica de «Street of Crocodiles».
**Enlace a video en YouTube**
Puedes ver «Street of Crocodiles» en YouTube siguiendo este enlace [aquí](https://www.youtube.com/watch?v=pF5aqUnpA4s).