Categories Extravagancia

Jean Rollin y el erotismo psicodélico de sus vampiras perdidas

Un viaje alucinante hacia el corazón oculto del cine de terror europeo.

En un rincón nebuloso de la historia del cine, donde lo onírico se encuentra con lo erótico, acecha la obra de un director que parece haber llegado al celuloide siguiendo un mapa estelar del subconsciente colectivo: Jean Rollin. Este maestro del horror solo tiene rivalidad en su capacidad para evocar una atmósfera que desafía tanto la lógica como la narrativa convencional. Su cine, una fusión embriagadora de belleza y terror, es un universo donde las vampiras perdidas danzan bajo lunas psicodélicas mientras las melodías etéreas crean un ritmo de místico trance.

Categories Éxtasis

Corte sangriento, alma rota: Ichi the Killer o el sadomasoquismo como tragedia

Cuando Ichi the Killer (Koroshiya 1, 2001) se estrenó en festivales internacionales, las reacciones oscilaron entre la fascinación y el desmayo. En Toronto, repartieron bolsas para vómito como parte del «merchandising». En Rotterdam, hubo espectadores que abandonaron la sala. Pero el director Takeshi Miike —infame artesano de extremos como Audition o Visitor Q— nunca buscó agradar. Buscaba impactar, incomodar… y mostrar que en la herida hay belleza, aunque sea degenerada.

Categories Extravagancia

Jan Švankmajer y los objetos que cobran vida para devorar la infancia

Maestro checo del stop motion absurdo y perturbador. Si los objetos pudieran hablar, ¿qué historias nos contarían? Para Jan Švankmajer, el gran alquimista del cine de animación, los objetos no solo cuentan historias: cobran vida, se rebelan y, en ocasiones, devoran la inocencia de la infancia. Este director checo es conocido por su uso surrealista y perturbador del stop motion, un estilo que ha capturado los rincones oscuros de la imaginación humana donde la lógica pierde su forma y la materia inerte se vuelve viva.

Categories Extravagancia

Aphex Twin y el videoclip de Come to Daddy: el grito que redefinió lo grotesco

En 1997, el mundo de la música electrónica recibió un golpe directo a la mandíbula estética con el lanzamiento de «Come to Daddy», un single de Aphex Twin, el enigmático alias del productor británico Richard D. James. Pero fue el videoclip, dirigido por Chris Cunningham, el que realmente redefinió la percepción de lo grotesco y dejó una marca imborrable en la cultura pop. Con una combinación de terror, sátira y surrealismo, este cortometraje de cuatro minutos y medio nos invita a cuestionar nuestras nociones de normalidad y belleza.