Maestro checo del stop motion absurdo y perturbador. Si los objetos pudieran hablar, ¿qué historias nos contarían? Para Jan Švankmajer, el gran alquimista del cine de animación, los objetos no solo cuentan historias: cobran vida, se rebelan y, en ocasiones, devoran la inocencia de la infancia. Este director checo es conocido por su uso surrealista y perturbador del stop motion, un estilo que ha capturado los rincones oscuros de la imaginación humana donde la lógica pierde su forma y la materia inerte se vuelve viva.
Extravagancia
Belleza mutante, simetrías bizarras
Kamen Rider: cromo ácido en la autopista ochentera del inconsciente japonés»
De mutantes y motocicletas: el rugido tokusatsu que cruzó los túneles neón de los 80 para instalarse como fetiche audiovisual de culto.
Aphex Twin y el videoclip de Come to Daddy: el grito que redefinió lo grotesco
En 1997, el mundo de la música electrónica recibió un golpe directo a la mandíbula estética con el lanzamiento de «Come to Daddy», un single de Aphex Twin, el enigmático alias del productor británico Richard D. James. Pero fue el videoclip, dirigido por Chris Cunningham, el que realmente redefinió la percepción de lo grotesco y dejó una marca imborrable en la cultura pop. Con una combinación de terror, sátira y surrealismo, este cortometraje de cuatro minutos y medio nos invita a cuestionar nuestras nociones de normalidad y belleza.
Carne oxidada y delirio mecánico: “Tetsuo: The Iron Man” como vómito industrial de la era poshumana
Una pesadilla de metal y deseo: la película que transformó el cyberpunk en arte enfermizo. Shinya Tsukamoto nos arrojó al horno de chatarra donde la carne y el hierro se funden en una danza de horror fálico y mutación urbana.
La patada que cruzó el estrecho
Jackie Chan rodando en España: cuando el kung-fu chocó con los jamones, las vaquillas y el esperpento ibérico. Cuando Jackie Chan pisó la Península, lo hizo girando sobre sí mismo, lanzando puñetazos a 180 bpm y esquivando coches como si los toros de San Fermín fueran de acero. España no estaba preparada, pero tampoco Jackie. Y de aquel choque salió una rareza cinematográfica, cultural y estética que merece ser desenterrada.
La Bat-lujuria cromada: el coche más sexy del apocalipsis pop
Antes de que Gotham se volviera gótica y los superhéroes se tiñeran de trauma, hubo un rugido. Un rugido barnizado en negro mate y delineado con rojo incandescente. Era el rugido de la serie de Batman de 1966, y más aún, el del Batmóvil: un coche que parecía haber salido directamente de una exposición psicodélica de Detroit con destino a la estratósfera.
‘Scanner Darkly’ y la animación rotoscópica como distorsión mental
Keanu Reeves en un mundo borroso de drogas y delatores. La delgada línea entre la realidad y la alucinación: un análisis cinematográfico de un universo quebradizo.
Björk y el videoclip ‘All is Full of Love’: cuando los robots aman
En un universo donde la metálica frialdad de la tecnología parece engullirlo todo, existe un oasis donde el metal se funde con el amor. El videoclip de «All is Full of Love» de Björk, dirigido por Chris Cunningham, es una obra maestra del cine musical, una fusión perfecta entre la estética futurista y una narrativa cargada de emoción. Este vídeo no solo causó un impacto visual, sino que exploró las complejidades de la identidad y la emoción en un tiempo donde la tecnología mostraba sus primeros atisbos de humanidad.
Lisa Frank: la artista del arcoíris que se volvió símbolo de trauma millennial
De carpetas brillantes a ícono de la cultura kitsch depresiva.
La década de los 90 floreció en colores neón y estampados que eran tan estridentes como entrañables. Entre el ruido visual y la saturación de imágenes, Lisa Frank emergió como la gran sacerdotisa del arcoíris, una alquimista capaz de convertir carpetas escolares en portales a mundos de delfines danzantes y unicornios eléctricos. Pero, ¿qué sucede cuando esos colores se desvanecen con el tiempo y la cultura que los adoró se vuelve hacia el existencialismo depresivo?
Los comerciales de PS1 en Europa: distorsión, psicodelia y ansiedad
En una era donde la creatividad de la publicidad alcanzó umbrales casi oníricos, los comerciales de PlayStation 1 en Europa se destacaron no solo por su promoción de la consola que cambiaría el videojuego al final del siglo XX, sino por sumergirnos en una pesadilla visual que todavía, décadas después, resuena con una perturbadora belleza. Esta amalgama de distorsión, psicodelia y ansiedad no solo se limitó a vender un producto, sino que también nos ofrecía un viaje hacia lo surreal y lo inesperado.
