Una relectura estructuralista de Lovecraft.
Alan Moore, el mago de la narrativa gráfica, tiene una habilidad especial para resucitar los mitos olvidados y transformarlos en obras maestras contemporáneas. En ‘Providence’, Moore se adentra en el lúgubre universo de H.P. Lovecraft, ofreciéndonos una pieza compleja que recuerda a una tesis doctoral en su estructura y profundidad. Este cómic no es solo una reinterpretación de los horrores cósmicos de Lovecraft, sino una disección del tejido cultural y literario en el que se inscriben sus obras.
Desentrañando la trama: Moore como arquitecto de lo abisal
‘Providence’ se presenta como la culminación de una trilogía iniciada con ‘The Courtyard’ y ‘Neonomicon’, bajo la publicación de Avatar Press. En esta obra, Moore utiliza un enfoque metatextual y multicapa, llevando al lector a explorar la relación entre la ficción horrorífica de Lovecraft y la realidad inquietante de los años 20 en América. La historia sigue a Robert Black, periodista y escritor, en un viaje de descubrimiento que trasciende lo banal para tocar lo arcano. Dividido en doce partes cuidadosamente orquestadas, el relato avanza como un trabajo académico en el que cada detalle está meticulosamente documentado.
Intersección de referencias: del pulp a la postmodernidad
El entramado de ‘Providence’ es un mosaico de referencias literarias y culturales que trascienden el mundo de Lovecraft. Moore no solo se inspira en el horror cósmico lovecraftiano, sino que lo reinterpreta a través de un prisma de crítica social, explorando temas como la xenofobia, el fundamentalismo y la decadencia cultural. En este sentido, ‘Providence’ dialoga con obras como ‘Watchmen’, donde Moore ya había demostrado su destreza para entrelazar narrativa y crítica cultural.
El enfoque de Moore puede ser comparado con el de autores como Thomas Pynchon, quien también utiliza la ficción para examinar las grietas de la historia americana. Así como en ‘El arco iris de gravedad’, la obra de Moore desafía al lector a cuestionar la noción de realidad, revelando la obsesión histórica por lo oculto y lo prohibido.
Cruzando las dimensiones: del cómic a otras artes
‘Providence’ no solo se limita a la reinterpretación literary; también establece un diálogo con otras disciplinas artísticas. La estructura visual del cómic, con ilustraciones de Jacen Burrows, evoca la atmósfera gótica y melancólica de los pintores simbolistas como Gustave Moreau. Además, la obra resuena con el cine de horror experimental, especialmente aquellos filmes que, como ‘Eraserhead’ de David Lynch, exploran el surrealismo y la alienación.
Asimismo, es inevitable relacionar ‘Providence’ con el auge de los videojuegos narrativos, en los que la exploración y descubrimiento son motores esenciales de la experiencia del jugador. Títulos como ‘Darkest Dungeon’ o ‘Bloodborne’ comparten esa esencia lovecraftiana, creando mundos donde el horror y la humanidad conviven en un equilibrio precario.
Conclusión: Más allá del abismo
Alan Moore, con ‘Providence’, no solo homenajea a Lovecraft, sino que lo confronta, lo disecciona y lo expone a la luz crítica de nuevos tiempos. Esta obra se erige como una de las piezas clave para comprender no solo la influencia del escritor de Providence en la cultura pop, sino también cómo estas mismas narrativas pueden resignificarse desde un enfoque contemporáneo. ‘Providence’ invita al lector a dejarse consumir por el terror cósmico, a arriesgarse a comprender, a pesar del inevitable vértigo que produce el abismo.
