Categories Extravagancia

Aphex Twin y el videoclip de Come to Daddy: el grito que redefinió lo grotesco

En 1997, el mundo de la música electrónica recibió un golpe directo a la mandíbula estética con el lanzamiento de «Come to Daddy», un single de Aphex Twin, el enigmático alias del productor británico Richard D. James. Pero fue el videoclip, dirigido por Chris Cunningham, el que realmente redefinió la percepción de lo grotesco y dejó una marca imborrable en la cultura pop. Con una combinación de terror, sátira y surrealismo, este cortometraje de cuatro minutos y medio nos invita a cuestionar nuestras nociones de normalidad y belleza.

Categories Crononautas

CONTROL: La arquitectura del misterio

En un mundo donde los videojuegos cada vez se acercan más al lenguaje del cine, Control (2019), de Remedy Entertainment, no sólo se sumerge en esa convergencia: la habita. Su protagonista, Jesse Faden, no recorre niveles; se adentra en corredores que respiran, oficinas que se deforman, laboratorios suspendidos entre planos de realidad. La Casa Inmemorial, sede del ficticio Federal Bureau of Control, es más que un escenario: es una criatura burocrática de hormigón brutalista, donde cada carpeta, sombra y ascensor parecen conspirar.

Categories Éxtasis

La patada que cruzó el estrecho

Jackie Chan rodando en España: cuando el kung-fu chocó con los jamones, las vaquillas y el esperpento ibérico. Cuando Jackie Chan pisó la Península, lo hizo girando sobre sí mismo, lanzando puñetazos a 180 bpm y esquivando coches como si los toros de San Fermín fueran de acero. España no estaba preparada, pero tampoco Jackie. Y de aquel choque salió una rareza cinematográfica, cultural y estética que merece ser desenterrada.

Categories Crononautas

David Lynch y la arquitectura onírica de Mulholland Drive

En el vasto universo del cine de David Lynch, «Mulholland Drive» destaca como una obra maestra que desafía las estructuras narrativas convencionales al construir un mundo que se desenvuelve dentro de los límites inciertos del sueño y la realidad. Lynch, conocido por su estilo surrealista y sus tramas enigmáticas, canaliza en esta película sus obsesiones estéticas para ofrecernos una meditación visual sobre la identidad, el deseo y la proverbial oscuridad de Hollywood.